Comprar lienzos y pintura acrílica para pintar
A la hora de elegir un lienzo para pintar al óleo o con pintura acrílica hay que tener en consideración estos aspectos:
1.- Las tres dimensiones del lienzo (con sus diferentes tamaños) son F, P, y M
F: figura: adecuados para representar la figura humana, son los más «cuadrados», ya que la figura humana requiere de ciertas dimensiones.
P: paisaje, adecuado para escenas exteriores en las que interesa cubrir una amplia panorámica. Tienen una dimensión intermedia entre Figura y Paisaje.
M: marina, como su propio nombre indica, adecuados para representar escenas marinas. Estos son los más apaisados (alargados)
2.-Bastidor y grapado del lienzo:
Conviene tener un buen bastidor que no se vaya a combar y que además incorpore cuñas para poder tensarlo con el tiempo: La madera merma, y se comba con la humedad que absorve, si no se pueden poner cuñas con toda seguridad el lienzo se deformará y aparecerán incomodas arrugas con el tiempo: no suelen tener solución.
Casi todas la imprimaciones tienen bastante calidad, pero las hay más o menos rugosas, y, sobre todo, cuando se está empezando, conviene que sea lo más liso posible para no incorporar mayor dificultad: a menor calidad, peor recubrimiento. Un mal recubrimiento también hará que los material se absorban de un modo indeseado, lo que incidirá en el secado e incluso en el color.
Grapado: los lienzos pueden ir grapados en el lateral, en cuyo caso para colgarlo será necesario enmarcarlos, o por detrás, permitiendo en este caso colgarlo directamente sin necesidad de marco, si es que el estilo de la pintura así lo permite
3.-Pinturas acrílicas:
Las pinturas acrílicas son diferentes unas a otras: en la viscosidad, en la capacidad de recubrimiento, en lo brillante y variedad de los colores, en el tiempo de secado. El artista debe ir probando cuales de ellas se adaptan mejor a las técnicas que este empleado. Por ejemplo, si está pintando con la técnica del Pouring necesitará que la pintura sea bastante líquida.
4.-Otros materiales:
El proceso creativo podrá verse enriquecido con otros materiales que le ayudaran a conseguir distintos efectos y resultados:
-Aceite de lino: se emplea para diluir el oleo y que vaya «más suelto»
-Barnices de protección:una vez acabado el cuadro podrá preservar la pintura con barnices brillo o mates: al gusto.
-Betún de judea: adecuado para proporcionar efectos de «envejecido» a lo pintado dándole una pátina de paso del tiempo. Este producto se emplea en múltiples manualidades.
-Craquelador: se emplea para cuartear (fracturar) el oleo, proporcionando un efecto de antiguo. Ojo, hay que leer bien las instrucciones de uso, para saber el orden en el que se debe aplicar, pues funciona creando diferentes tensiones entre las superficies «magras» y «grasas», que tienen diferentes tipo de secado: es justamente al secarse cuando se «craquea» la pintura.
5.-Caballetes:
Pintar sin un buen caballete resulta de lo más incómodo, sobre todo porque si no se pinta en vertical ( de pie), se crean incómodas distorsiones de la perspectiva. Por ello hay que elegir el caballete adecuado en función de si se va a emplear siempre en un mismo lugar, o por el contrario la intención es usarlo en plan portátil.
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